EL PROSELITISMO ARMADO EN CONEJO DEL QUE NO SE HABLÓ
Así pasó con Conejo, corregimiento
de Fonseca, en el sur de La Guajira, del cual muy poco o nada se sabía, pero en
ella viven muchos campesinos que han sufrido las penurias de la desidia estatal
y la guerra. Conejo saltó a la luz pública, o más bien volvió a saltar, pues
anteriormente había sido mencionado por noticias relacionadas al accionar
paramilitar y un falso positivo del Ejército Nacional, en esta ocasión la causa
fue la jornada de pedagogía de paz que la delegación de las FARC-EP que discute
en La Habana hizo con la comunidad, acto que generó grandes debates entre los
sectores políticos a nivel nacional, ya que, cuestionaban la presencia de
guerrilleros armados y la relación directa de esta delegación con los
ciudadanos de la región.
En tarima, en plena plaza de Conejo, la delegación de paz de las FARC |
No obstante, luego de haber
bajado la “marea mediática”, las cosas parecieron regresar a la normalidad en
aquel pueblo, solo con la novedad de que el carro tanque de agua llegaba con
mayor regularidad. Los conejeros recordarían el evento del 18 de febrero como
el día que gozaron, bailaron, rieron, se enteraron de cosas sobre el proceso de
paz y cómo algunos de ellos salían en las noticias, bien sea en video o en
foto, al lado de algún subversivo, pero hasta allí, porque aún siguen sin
puesto de salud, el colegio está en mal estado, la pavimentación de las vías
quedaron inconclusas, en fin, volvió a ser el pueblo olvidado de antes.
En vista de esto el Movimiento
Caribe de Artistas y Académicos por la Paz tuvo la idea de hacer una caravana
hacia aquella población, con la meta de llevarles una jornada lúdica, cultural
y académica para hacer que Conejo ganara nuevamente protagonismo como pionera
en la construcción de paz en el Caribe, pues de la pedagogía de paz los medios solo
hablaron de la presencia de los guerrilleros, pero muy poco de las propuestas y
denuncias presentadas por los asistentes de aquella jornada. La idea sonó muy
bien y muchos nos pegamos a ella, aunque tocó desde el principio trabajar bajo
la sombra de la jornada del 18 de febrero, razón por la cual se encontró en la
institucionalidad municipal de Fonseca, más que el apoyo a un evento de paz, el
rechazo y estigmatización como supuestos “amigos de la guerrilla”.
La caravana andando desde Valledupar |
Aun así el 10 de abril desde
tempranas horas comenzaron a llegar los participantes de la caravana a La Ceiba
en Valledupar, punto de encuentro y partida. En el lugar había variedad de gentes
quienes estaban animados para pronto emprender el viaje pese a los
señalamientos que en días pasados rotaron por los medios. La represión no se
hizo esperar y diez retenes la caravana tuvo que atravesar, en un viaje que
usualmente dura hora y media, y en el cual toca pasar frente a dos batallones,
los invitados y miembros del Movimiento fueron requisados, interrogados,
intimidados, y todos los sinónimos que les sigan, por policías y soldados
fuertemente armados; parecía más que estuviesen en un operativo buscando a un
delincuente de alta peligrosidad que “resguardando la vía”. A pesar de lo
caótico del viaje, los caravanistas
continuaron la marcha haciendo paradas en los pueblos intermedios para informar
el porqué de la jornada e igualmente invitando a sus habitantes a que se
sumaran a la búsqueda de la paz.
Distintos retenes en la carretera |
Socialización de la caravana en los pueblos vecinos |
Paralelamente en Conejo la Alcaldía
de Fonseca, la Décima Brigada del Ejército y la seccional municipal de la
Policía Nacional realizaban un acto cívico-militar en el mismo parque donde
semanas atrás había hablado Iván Márquez. El evento contó con peluquería,
brigada de salud, recreación para los niños y un muy buen conjunto vallenato
conformado por soldados activos, grupo que expuso el gran talento de sus
miembros pese a las pocas personas que en el lugar se encontraban. Sobre este
evento no hay nada que cuestionar, todo lo contrario, es un deber de aquellas
instituciones con el pueblo conejero, solo que para ello no era necesario
sabotear la caravana, más bien se podrían haber juntado los dos espacios y
beneficiar el doble a la población.
Apartes de la jornada cívica-militar en Conejo |
Lo que sí preocupó era la fuerte
presencia militar en la zona, no solo con tropas del Ejército y la Policía,
sino también con tanques de guerra, así es: ¡tanques de guerra! Por favor, a
Conejo se dirigían artistas, estudiantes, profesores, líderes comunitarios,
ciudadanos que querían ofrecer un día agradable a la comunidad y no terroristas
a activar bombas. Hasta el colegio que acopió a la delegación de la guerrilla,
de la cual señalan no puede acercarse ningún grupo armado, estaba rodeado por
militares y los tanques, ¿no es eso doble moral?
Fuerza Pública bien armada y tanques de guerra |
Pese a todo lo que le ocurrió a
la caravana y al Movimiento, y de que en el pueblo estaba en curso la actividad
cívico-militar, se pudo hacer una especie de asamblea con los conejeros en un
patio prestado, allí se expresaron los conejeros y surgieron nuevamente
propuestas y denuncias; se hizo una brigada jurídica que contó con el apoyo de
abogados defensores de Derechos Humanos, quienes escucharon problemas centrados
con los servicios públicos, la producción agrícola, la falta de agua, entre
otros; también se le donó al colegio libros para que la niñez haga sus tareas y
balones para que disfruten del deporte; en la pared del puesto de salud abandonado
se hizo un mural como símbolo de la paz para el pueblo de Conejo.
Actividades que como caravana se pudieron hacer |
En síntesis, se puede decir que
contra viento y marea la paz triunfó para todos. La institucionalidad y las
fuerzas militares deben percatarse que hay una creciente ciudadanía que cada
vez toma más conciencia de la urgente necesidad de acabar con la guerra y
respirar otro ambiente en el país, para que así las batallas sean de flores,
los combates sean de tambores y el dolor se represente solo en obras de teatro;
para que el conflicto social y armado sea solo relacionado en los libros y así desde
la academia se busque la verdad de sus causas, victimarios, víctimas y
secuelas, partiendo del criterio de la reconciliación, reparación, no olvido y
nunca más repetición.
Nuevos espacios de encuentro como
Conejo habrán, porque el clamor por la paz es un grito que jamás se podrá
opacar. ¡La paz es posible! ¡Hagamos conejo a la guerra!
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