¿POR QUÉ LA RABIA DEL GOBIERNO ESPAÑOL ANTE LA APARICIÓN DE UNA CAMISETA DE ETA EN LA SEDE DEL PARTIDO FARC?

Por William Alexander Aguirre

El gobierno español, a través de su embajador en Colombia, Pablo Gómez de Olea, llamó a relación al presidente del partido FARC tras la aparición de una camiseta del disuelto grupo armado ETA en la bienvenida que realizaron militantes y amigos a Jesús Santrich tras recuperar la libertad. El incidente se ha convertido en un escándalo mediático que lleva a preguntar las motivaciones reales que hay detras de la indignación expresada por parte del diplomático europeo.

Foto: El Tiempo

El grupo armado ETA surgió en España en medio de la dictadura de Francisco Franco, que implicó el cierre de las vías democráticas de acceso al poder y la ilegalización de buena parte de los partidos revolucionarios y democráticos de la nación ibérica. No es cierto que la naturaleza política de ETA sea la misma que la de las FARC, en la medida que la primera tiene profundas raíces en el sentimiento nacional del territorio vasco, su accionar fue fundamentalmente urbano y su discurso beligerante estuvo siempre en contraposición a la unidad nacional española que gira en torno al caudillo Franco y a la corona. Por otra parte, las FARC devienen de un conflicto que tiene orígenes en el problema agrario desarrollado en un contexto totalmente diferente a la situación española en el siglo XX.

La transición de la dictadura a la “monarquía democrática” le costó a un sector importante de la izquierda española la renuncia a los principios ideológicos y políticos planteados por sus organizaciones originalmente. El Partido Socialista Obrero Español, puso rodilla en tierra para jurar lealtad a la corona en la Constituyente de 1978. Un año después, por propuesta del secretario general del PSOE Felipe Gonzáles, este partido renunciaría definitivamente (tras dos congresos realizados en 1979) al marxismo. Por otro lado, sectores de izquierda radical, incluyendo a ETA y a un sinnúmero de organizaciones comunistas y revolucionarias, se mantenían por fuera del pacto de gobernanza bipartidista establecido entre el Partido Popular y el PSOE. 

El PSOE solo logró conservar el socialismo y el carácter obrero de su política en su nombre y logo, teniendo en cuenta que durante los gobiernos de Felipe Gonzales se profundizaron en España las medidas neoliberales, principalmente, las orientadas a la flexibilización laboral que darían paso a la legalización del trabajo temporal como mecanismo de desarticulación organizativa de los más importantes sindicatos españoles.

Es el gobierno del PSOE, del partido de la rosa roja española quien hoy se indigna ante la posibilidad de que las FARC reivindiquen la historia de aquellos sectores que no inclinaron su cabeza ante la presencia del Rey, que hoy abdicado, se convierte en una figura decorativa más de la farándula europea y de la ostentación parasitaria de riquezas. La pregunta al final de esta controversia es ¿si el futuro que le espera al partido de la rosa roja colombiana es similar al PSOE?, o por el contrario, ¿las FARC le darán un resignificado a la rosa?, como lo afirmó Iván Márquez a la prensa tras la presentación del logo hace poco más de año y medio.