SIGUE EL BAILE MACABRO CONTRA LOS LÍDERES SOCIALES DE COLOMBIA









Los primeros días del año 2019 en Colombia están vestidos de la sangre de los líderes sociales de diferentes regiones del país, tanto así que la macabra y fría estadística arroja un asesinato por día. Es decir, de los seis días que va corrido del año, seis líderes y lideresas sociales se han convertido en víctimas de una violencia que el Estado se niega a reconocer.

La primera de estas víctimas fue Gilberto Valencia en el municipio de Suarez, Cauca, quien era reconocido por haber ganado un portafolio de estímulos del municipio y por su capacidad como emprendedor social, gestor cultural y constructor de paz.

Ese mismo día Colombia se enteró de la muerte de Jesús Adier Perafán, en Caicedonia, Valle del Cauca. Perafán era conocido por su labor de Veedor ciudadano y fundador de la organización política Coraje Caicedonia.

El día 4 de enero Wilmer Antonio Miranda perdía la vida a manos de violentos en Cajibío, Cauca. Wilmer se destacaba por su activa labor como defensor de derechos humanos en la región y ser integrante de Fensuagro, COCAM, ANZORC y al Movimiento social y político Marcha Patriótica.

En la tarde de ese mismo día se daba a conocer la muerte de José Rafael Solano González en la vereda El Jobo, jurisdicción del Bajo Cauca Antioqueño, siendo este el primer líder social asesinado en Antioquia este año. Solano González se desempeñaba como presidente de la junta de acción comunal del municipio de  Zaragoza, Antioquia.

El 5 de enero en horas de la madrugada Wilson Pérez Escanio era asesinado en Hacarí, en la región del Catatumbo, Norte de Santander, quien era integrante del Movimiento por la Constituyente Popular (MCP).

En horas de la madrugada del domingo 6 de enero fue, Maritza Quiroz Leiva, quien era una reconocida líder campesina de la región y además integrante de ANFRO y de la Mesa de Víctimas del distrito de Santa Marta. Cabe resaltar que Maritza Quiroz había sido desplazada del corregimiento El Palmor, donde fue asesinado su esposo y por consiguiente tuvo que abandonar el lugar y llegar a Santa Marta para proteger su vida y la de sus hijos.

A lo anterior se le suma el atentado en el que fue herido el líder comunal e integrante del Comité de Integración del Catatumbo (CISCA) Dimar Parada, también en Hacarí, Catatumbo.

Todo parace indicar que el año 2019 puede ser un dejavú de los lamentables sucesos acaecidos en 2018 en el que, según cifras de la Defensoría del Pueblo, cerca de 164 líderes y lideresas sociales que estaban fuertemente vinculados a la reclamación de tierras, sustitución  voluntaria de cultivos de uso ilícito, defensa de los derechos de víctimas del conflicto armado y derechos ambientales, así como excombatientes de las FARC EP fueron asesinados.


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