VEA Y LEA: Guerra al cerebro y a la verdad
Por Elías Pinedo–
Para hacer posible sus sueños de dominación universal, el imperio usano busca el control de la verdad, las emociones, los sentimientos y los deseos, sin necesidad de recurrir a la invasión militar de los territorios influenciados o a conquistar, forjando un totalitarismo comunicacional, bajo el sentimiento de vivir en libertad, anulando la conciencia y la voluntad de los pueblos e individuos. El uso de la violencia es relativizado, aunque sin renunciar a ella, se busca un acatamiento de las órdenes de manera disciplinada, rápida y acrítica. Es la llamada guerra de no letalidad.
Las armas no letales se encuentran en las tecnologías de la información. Las tecno y neurociencias se han puesto al servicio de los intereses del imperialismo estadounidense, " sometiendo la mente del enemigo sin librar batalla alguna " e imponiendo costumbres, lengua, religión y bandera.
La cibernética, la informática, la matemática aplicada, la mecánica y la física cuántica, se unen para configurar la estrategia de dominación y alienación sistémica. Estados Unidos crea mecanismos de sumisión y humillación que van más allá de la tierra conquistada y dominada, buscando romper lo único que puede generar resistencia activa - la mente del enemigo, aliados y subordinadas.
Se trata de paralizar, regular, anular la voluntad y la capacidad de comprensión, a través de la comunicación sesgada y el direccionamiento de falsas noticias. Transformar los humanos en zombis sin capacidad de reflexionar y actuar al margen de las órdenes dadas.
Obediencia y sumisión, exige el imperio para dominarte mientras te expolia. Utilizando la manipulación de la información, creando falsas verdades e inventando atrocidades, hambrunas y necesidades.
Se trata de moldear el comportamiento para anular la capacidad de respuesta y liderazgo adverso.
El control de las redes digitales, la telefonía y la Internet está en consonancia con la guerra sobre el cerebro y la realidad.
Con la "política del gran hermano ", los Estados Unidos espía al mundo, para construir su ideario de dominación, chantajes y dependencia.
Con una sed ávida de ganancias, explotación y violencia, la prepotencia estadounidense no tiene límites para imponer sus totalitarismos políticos y propagandísticos, buscando apropiarse de los recursos naturales en el mundo.
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